miércoles, 14 de abril de 2010

Diseño Arquitectonico

La arquitectura de los fenicios comenzó con la transformación de la roca nativa -tan abundante en todas las partes de la zona geográfica en donde se habían asentado- usándola en las viviendas, los templos, y las tumbas.

La piedra caliza calcárea, es la principal formación geológica a lo largo de la costa mediterránea del este, y se trabaja con gran facilidad; contiene numerosas grietas y cavernas las cuales con una cantidad muy moderada de trabajo y de habilidad son capaces de convertirse en lugares de vivienda bastante cómodos.

Es probable que los primeros colonos encontraran refugio por una época en estas grietas naturales, que después procedieron a mejorar y a agrandar, obteniendo así amplios conocimientos del manejo del material y de sus ventajas y defectos. Pero no pasó mucho tiempo antes que estas viviendas simples dejaran de satisfacerlos y empezaran a construir edificios más elaborados, los cuales tendrían mucho de la influencia de las construcciones que ellos mismos habían visto por su paso a través del golfo pérsico y la costa del mar Mediterráneo.

Un ejemplo llamativo se encuentra a una pequeña distancia de Amrith, un edificio que parece haber sido una capilla o un santuario. El sitio es una plataforma rocosa, construida aproximadamente a una milla de la costa. Aquí la roca se ha cortado a una profundidad que variaba a partir tres a seis yardas, formando una estructura rectangular de 180 pies de largo por 156 pies de ancho, y en el centro se ha dejado un solo bloque de piedra, que se levanta a una altura de diez pies, y forma la base o el pedestal de la capilla. Además, tiene una azotea de piedra que logra una elevación sobre los 27 pies.

La transición de este tipo de construcciones de carácter mezclado a los edificios integrados enteramente por las piedras fue fácil. En esta etapa, la característica más notable fue la tendencia a emplear, especialmente para las bases de los edificios; bloques enormes de piedra, sobre todo si eran imposibles de mover.

Los barcos fenicios eran de dos especies: de guerra, con la proa recta y terminada por un espolón a ras de agua; y de comercio, con la proa y popa levantadas en curva. Ambos eran manejados por una doble fila de remeros ubicados en puentes superpuestos, y ambos tenían, además, un mástil central cruzado por una verga triangular, en la que se desplegaba una vela de forma cuadrada. Los fenicios practicaban la navegación a vela, pero sólo recurrían a ella cuando

2 comentarios: